El mercado argentino vivió una semana de euforia: el índice S&P Merval registró una de las subas más fuertes de su historia y los ADR argentinos treparon hasta 48 % en Wall Street tras el triunfo electoral de La Libertad Avanza. Te explicamos qué impulsó este subidón de la Bolsa argentina y qué puede pasar a partir de ahora.
¿Qué hay detrás del subidón histórico de la Bolsa argentina?
El reciente triunfo electoral del oficialismo generó una de las reacciones bursátiles más intensas en años. El S&P Merval saltó 21,77 % en una sola jornada, alcanzando 2.529.084 puntos, impulsado por un marcado optimismo en torno a un nuevo ciclo económico y a las expectativas de estabilidad política.
En apenas una semana, el índice acumuló una suba del 27 %, y en el mes, un repunte del 43 %, cifras pocas veces vistas en la plaza local. Los sectores energético y bancario fueron los protagonistas del rally, con operaciones récord y fuerte participación de fondos institucionales.
El movimiento no solo sorprendió por su magnitud, sino por la velocidad de la recomposición: el Merval superó niveles de capitalización equivalentes a los de 2019, recuperando parte del terreno perdido durante los años de volatilidad cambiaria y restricciones financieras.
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¿Cómo reaccionaron los ADR y bonos argentinos en Wall Street?
La euforia cruzó fronteras. Los ADRs de empresas argentinas, acciones que cotizan en Nueva York, escalaron con fuerza, en algunos casos hasta 48 %.
Entre los más destacados se ubicaron:
- Grupo Financiero Galicia (+39 %)
- Banco Macro (+38 %)
- Central Puerto (+39 %)
- YPF (+28 %)
- Pampa Energía (+31 %)
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Los bonos soberanos en dólares también acompañaron el rally, con subas de hasta 24 % en títulos como el Global 2035 y el Bonar 2030. Este comportamiento reflejó una mejora en las expectativas de normalización macroeconómica, con operadores reposicionándose ante la posibilidad de un acuerdo más fluido con organismos internacionales.
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Para el inversor extranjero, los precios de los activos argentinos pasaron de ser una apuesta de alto riesgo a una apuesta especulativa atractiva con potencial de retorno elevado.
¿Qué papel jugó el contexto cambiario y la reacción internacional?
El dólar oficial mostró calma y los paralelos redujeron su brecha, lo que apuntó a un alivio de la presión cambiaria. Parte de este efecto se explica por un “fly to quality” hacia activos argentinos, ante señales de apoyo de organismos multilaterales y funcionarios de EE.UU. al nuevo programa económico.
A su vez, la baja del riesgo país por debajo de los 700 puntos reforzó el apetito de los inversores globales. Los flujos hacia bonos y acciones se tradujeron en una apreciación del peso, un mayor volumen operado y un sentimiento de que el mercado argentino volvía al radar internacional después de años de aislamiento financiero.
¿Qué factores explican el entusiasmo del mercado?
Hay dos motores claros detrás del subidón de la Bolsa argentina: confianza y expectativas.
- Mandato político claro. La victoria de La Libertad Avanza fue leída como un voto a favor de un cambio estructural y de políticas de apertura.
- Agenda económica previsible. El mercado espera un plan gradual de desregulación, baja del gasto y acuerdo con el FMI, lo que mejoraría el perfil crediticio del país.
- Recupero de flujos financieros. Los fondos regionales están recomponiendo posiciones en emergentes, y Argentina podría beneficiarse de ese ciclo.
- Perspectiva de inflación más moderada. Si la estabilidad política se traduce en menor emisión monetaria, el atractivo real de los activos argentinos aumenta.
El índice JP Morgan EMBI, que mide el riesgo soberano, mostró una de las bajas más marcadas de toda la región, lo que colocó a la Argentina entre los mejores desempeños globales de la semana.
¿Es sostenible el rally o una reacción de corto plazo?
La magnitud del subidón genera entusiasmo, pero también prudencia. Los analistas coinciden en que sólo la implementación efectiva de reformas y la estabilidad fiscal permitirán sostener la tendencia. Si la confianza se consolida, la Bolsa podría extender la recuperación y atraer nuevas emisiones privadas.
En cambio, cualquier demora en medidas estructurales o tensiones políticas internas podría derivar en toma de ganancias y correcciones de corto plazo. En el plano internacional, el comportamiento de las tasas de EE.UU. y el apetito por riesgo en emergentes serán factores clave para definir si este rally se convierte en un cambio de ciclo o en un rebote puntual.