Buenos días. Nueva actualización de mi cartera: -0,6% en el mes, +4,6% en el año, -3,9% en el acumulado 2022-2023. Mes negativo en renta variable que podría haber sido bastante peor de no ser por la recuperación registrada en la segunda mitad del mes. Ahí me vino bien haber esperado a mediados de mes para aumentar, como comenté, mi inversión en el S&P 500, ya que aunque el S&P 500 bajó un 1,8% en agosto, dicha inversión adicional ganó un 0,5%, aliviando la pérdida del conjunto. Mi recuperación de las pérdidas del año pasado está siendo muy lenta y además con la sensación todo el tiempo de que pende de un hilo, recordándome el dicho de que en bolsa se sube por las escaleras y se baja en ascensor. Cierto que el año me está yendo mejor que a la mayoría de los fondos tipo 50-50 o 60-40 que miro como referencia (como Carmignac Patrimoine, Nordea Stable Return, BL-Global 50 o Baelo Patrimonio) y que en el conjunto 2022-2023 también les saco ventaja (en este caso también al afamado Prudent Wealth), pero quedo muy por detrás en el año con respecto a una cartera 50-50 Vanguard Global Stock Index y Vanguard Global Short-Term Bond € hedged (+7,6% en el año) y también un poco por detrás en el conjunto 2022-2023 (-3,1% dicha cartera). No digamos ya mi modelo de “cartera permanente con esteroides” o “turbo-cartera permanente” (50% Vanguard Global Stock Index, 25% Vanguard Global Short-Term Bond € hedged y 25% oro), que gana +8,6% en el año y +1,2% en el acumulado 2022-2023. Actualmente tengo aproximadamente un 50% en fondos de renta variable (29% en la cartera estable y 21% en la cartera móvil), 16% en oro, 27% en monetarios € y 7% en renta fija € a corto plazo. Para este mes de septiembre mantendré en pausa mi plan de reinversión en renta variable. En las presentes circunstancias, voy suficientemente servido con el porcentaje de exposición que tengo. Saludos y mucho acierto con vuestras inversiones.