Cada vez que mirás el panel de cotizaciones, ves un número que parpadea y cambia constantemente. Pero, ¿ese precio es lo que realmente vale la empresa o es solo lo que el mercado está dispuesto a pagar hoy?
Toda acción que cotiza en el mercado tiene un precio, pero ese valor no es aleatorio. Responde a una serie de factores que pueden hacer subir o bajar su cotización y, por ende, captar o no tu interés como inversor.
¿Qué significa determinar el precio de una acción?
Como te decía al principio, el precio de una acción no sale de la nada. Tenés que tener en cuenta ciertos aspectos intrínsecos que mueven la aguja en el mercado:
- Oferta y demanda: La regla de oro. Cuando un activo tiene mucha demanda, su precio sube; cuando todos venden, baja. Es la historia de siempre.
- Razones de la oferta y demanda: Lo anterior es el reflejo de las expectativas que tienen los analistas. Se basan en métricas como ganancias actuales y futuras, crecimiento esperado, riesgo, competencia y las tasas de interés de los bancos centrales (como la Fed o el BCRA).
- Precio de mercado vs. Precio teórico: Acá es clave no confundirse. El precio de mercado es el que ves cotizando en tu bróker o plataforma de trading en tiempo real. El precio teórico (o valor intrínseco) es el que estiman los analistas basándose en criterios financieros, como el descuento de flujo de fondos o múltiplos tipo EV/EBITDA.
Con estos datos podés evaluar si una acción está "barata" o "cara" respecto a su valor real y armar tu estrategia.
Principales métodos para determinar el precio de una acción
Para entender cómo se forma el precio y, sobre todo, cuánto debería valer, tenés que seguir estos criterios principales:
- Oferta y demanda: Como vimos, es la puja constante entre compradores y vendedores en un momento específico.
- Análisis técnico: Se centra en el gráfico. Utiliza indicadores como el RSI, MACD, patrones de velas, canales, soportes, resistencias y volumen para predecir movimientos.
- Order Flow: Analiza la "microestructura" del mercado. Se fija en los desbalances de oferta/demanda, bloques de compra institucionales y el flujo real de órdenes. Requiere plataformas más especializadas.
- Análisis fundamental: Se enfoca en la salud del negocio. Usa métricas como el descuento de flujo de caja, el ratio P/E (Precio/Ganancia), EV/EBITDA, y la comparación con empresas similares (según ventas, tamaño, deuda, rentabilidad). También se usa el Modelo de Gordon para empresas que pagan dividendos estables.
¿Dónde encontrar datos para hacer una valuación desde Argentina?
Para hacer una valuación correcta, necesitás datos confiables. Desde acá, podés consultar las siguientes fuentes:
- Fuentes internacionales: Gratuitas como Yahoo Finance, Google Finance, Seeking Alpha y TradingView. Si buscás algo más pro, tenés opciones de pago como Morningstar, Koyfin o Bloomberg.
- Fuentes locales: Para acciones argentinas, lo mejor es ir a la fuente: la Comisión Nacional de Valores (CNV), Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA). También te sirven los reportes de brokers como InvertirOnline, BullMarket o Balanz, y los informes económicos de bancos (Galicia, Macro, etc.).
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- Datos macroeconómicos: Fundamental seguir el Riesgo País, la inflación y las tasas de interés (Leliq/Pases acá, o la tasa Fed afuera), ya que impactan directo en la valuación.
- Análisis técnico y order flow: Para ver gráficos, las más usadas son TradingView, Rava Bursátil (un clásico local) o NinjaTrader.
¿Qué errores puedes cometer al determinar el precio de una acción?
A veces, por apurados o por falta de info, caemos en trampas. Estos son los errores que tenés que evitar:
- Confiar solo en el precio histórico: Que una acción haya valido 100 en el pasado no garantiza que vuelva a ese precio. Sirve para ver tendencias, no para valuar hoy.
- Usar solo un método: No te cases con una sola métrica. Lo ideal es "triangular" la info: mirá el fundamental, chequeá el técnico y el contexto.
- No contextualizar el marco económico: Ignorar la inflación o las tasas de interés es un error grave.
- Ignorar la calidad del negocio: Que una acción esté "barata" en precio no significa que sea una oportunidad; a veces es barato porque la empresa es mala (trampa de valor).
- Exceso de optimismo: El hype puede distorsionar la realidad, como pasa a veces con sectores de moda (ej. Inteligencia Artificial). Mantené la cabeza fría.
- No analizar el riesgo: Fijate siempre en la deuda de la empresa y qué tan sensible es a las crisis económicas.
- Malas comparaciones: No compares peras con manzanas. No es lo mismo valuar una fintech de crecimiento rápido que un banco tradicional consolidado.
- Dilución de acciones: Prestá atención si la empresa emite nuevas acciones o tiene muchas opciones sobre acciones, porque eso achica tu porción de la torta.
- Confundir precio con valor: Recordá siempre: el precio refleja el sentimiento del mercado; el valor refleja los fundamentos de la empresa.
- Ignorar el Flujo de Caja: Las ganancias contables se pueden "dibujar", pero el flujo de caja operativo es la plata real que entra y sale.
- Operar por rumores: El ruido de las noticias te puede confundir. Centrate en los datos.
- No actualizar tu tesis: El mercado cambia. Revisá periódicamente si tus razones para comprar siguen vigentes.
¿Qué beneficios existen de saber determinar el precio de una acción?
Entender esto te da una ventaja enorme como inversor:
- Tomás decisiones con claridad y bien fundamentadas, sin depender de "gurúes".
- Identificás oportunidades reales para saber si un activo está subvaluado (barato) o sobrevalorado (caro).
- Mejorás tu rendimiento a largo plazo comprando a precios razonables.
- Entendés qué mueve al negocio (ingresos, costos, ventajas competitivas).
- Formás tus propias opiniones sobre el mercado.
- Gestionás mejor el riesgo y evitás sobreexponerte en activos peligrosos.
- Es el complemento ideal para tu análisis técnico.
Como vimos en el artículo, una correcta valoración del precio de una acción la diferencia entre ganar y perder. Esto no significa que estemos libres de riegos, pero podremos atravesar mejor las vicisitudes del mercado si la cartera cuenta con activos valorados correctamente.