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Paaskinnen 11/02/22 10:47
Ha comentado en el artículo Gestión del riesgo personal de COVID
Para completar el tríptico de comentarios sobre los preparados basados en tecnología de RNAm en la prevención de la Covid, debo contestar a las dos preguntas que he dejado planteadas en intervenciones anteriores: ¿Porqué he afirmado que no se trata de verdaderas vacunas? y, sobre todo, ¿porqué he dicho que creo que son una suerte de terapia inmunomoduladora?Creo que no se trata de verdaderas vacunas porque no evitan el contagio, el recontagio y la transmisión del virus a terceras personas. Esto podrá ser discutible, pero para mí, un preparado que, siguiendo el descubrimiento de Edward Jenner, no suponga un escudo inmunológico frente a una infección, o bien que la minimice tanto que la pases sin apenas enterarte, no merece ese apelativo.En cuanto a considerar que los preparados basados en RNAm son fármacos inmunomoduladores (aspecto al que se debe precisamente su capacidad de reducir la gravedad de la enfermedad y de salvar vidas), creo que es precisa una pequeña digresión.Como se dice en el artículo principal de este blog bajo el epígrafe "La naturaleza de la enfermedad", la gravedad del cuadro clínico de la Covid depende más de la respuesta inmune del propio huésped que de la naturaleza del virus en sí.Para decirlo de un modo esquemático, un cuadro de Covid grave traduce una hiper-respuesta desproporcionada de la inmunidad adaptativa, a través del brazo de la inmunidad celular, al estímulo antigénico que representa el virus. La inmunidad celular adaptativa está representada por los linfocitos T, de los que existen dos familias principales, los linfocitos facilitadores CD4 ("helper" o Th) y los supresores CD8 (que aquí no nos interesan).Los linfocitos Th presentan, a su vez, una división funcional: los Th1 y los Th2. Estos últimos estimulan a los linfocitos B (el brazo encargado de la inmunidad humoral) con los que colaboran para que produzcan anticuerpos específicos contra el patógeno, en tanto que los primeros (los Th1) producen interferón gamma que activa a los macrófagos para que lo destruyan. Pues bien, es importante saber que la respuesta Th1-Th2 está rigurosamente equilibrada y balanceada, de tal manera que el predominio de una de ellas inhibe a la otra, y viceversa.Por razones que desconozco, pero entre las que pueden contarse factores genéticos del individuo, su sexo, su edad, su nivel de vitamina D y otros, los cuadros de Covid graves implican una hiper-respuesta Th1 y el consiguiente estado de hiper-activación macrofágica, con hiper-inflamación, daño pulmonar (y de otros órganos) y eventualmente muerte. Mi hipótesis es que los preparados de RNAm bascularían al sistema inmune adaptativo hacia la producción de anticuerpos (no necesariamente neutralizantes del virus) por una participación predominante de los linfocitos B asistidos por los Th2. La activación de estos últimos inhibiría la respuesta Th1 para mantener el equilibrio del sistema y, en consecuencia, la gravedad de la enfermedad se vería así atenuada.Este efecto sería despreciable en niños (cuya respuesta inmunitaria predominante es de tipo innato), discreta en jóvenes, y cada vez más potente en personas mayores y ancianos, que son los más beneficiados por este hipotético efecto inmunomodulador de los preparados RNAm.La conclusión es que estos fármacos salvan vidas, pero no por las razones que se adujeron al principio. Por eso califiqué de serendipia su inesperado éxito. Ni que decir tiene que los niños no deben ser inyectados bajo ningún concepto: no lo precisan y pueden desarrollar efectos secundarios que eventualmente pudieran ser graves.    
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Paaskinnen 10/02/22 20:00
Ha comentado en el artículo Gestión del riesgo personal de COVID
Fe de erratas: Donde dice "...hallazgo totalmente causal...", debe decir "hallazgo totalmente casual ...". Se sobreentendía, pero, por si acaso, lo aclaro. Gracias.
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Paaskinnen 10/02/22 12:35
Ha comentado en el artículo Gestión del riesgo personal de COVID
Continuando con mi anterior comentario, en el actual voy a ir desarrollando la idea de que las, en mi opinión, mal llamadas vacunas frente a la Covid basadas en la tecnología del RNAm, son más bien tratamientos inmunomoduladores orientados a reducir los casos graves y la mortalidad de la enfermedad. En realidad, hay que considerar que la evidencia de la bondad de estos preparados para salvar vidas ha sido un hallazgo totalmente causal, una auténtica serendipia que no se esperaba nadie. Creo que esto ha venido a preservar, in extremis, su idolatrada reputación, pero ello no es una justificación para su reiterado uso cada pocos meses ni, muchísimo menos, para su empleo en la población pediátrica.Si analizamos los datos por los tramos de edad que se ofrecen en el informe de Sanidad que mencioné en el comentario previo, vemos que en las personas más ancianas (80 y más años) los beneficios, en orden a disminuir su mortalidad, son muy claros. Entre los vacunados de este tramo de edad, la tasa de mortalidad es del 4.05%, frente al 10.91% de los no vacunados. En cambio, en la franja de 12 a 29 años, esos porcentajes son, respectivamente,  0.002% y 0.009%. Una diferencia exigua, estadísticamente significativa pero posiblemente irrelevante desde un punto de vista clínico. Entre uno y otro grupos, los resultados de los de menor edad (30-59 años) se parecen a los del tramo más joven, y los de los más mayores (60-79 años) a los de los más ancianos.Si las vacunas de RNAm fuesen verdaderas vacunas, su eficacia en cuanto a salvar vidas tendería a ser homogénea a lo largo de la vida. Pero esto no parece ser así. En realidad se comportan, más bien, como auténticos fármacos inmunomoduladores.En un último comentario trataré de desarrollar esta idea.
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Paaskinnen 10/02/22 09:29
Ha comentado en el artículo Gestión del riesgo personal de COVID
Quisiera hacer un par de comentarios acerca de la eficacia de las vacunas para Covid basadas en RNAm.El primero es que actualmente está comprobado que no previenen de la infección ni de eventuales reinfecciones. Este hecho es más patente con la variante Ómicron, posiblemente debido a la gran cantidad de mutaciones que lleva en su proteína spike. Hay que tener en cuenta, en este sentido, que el RNAm sintético de las vacunas se confeccionó siguiendo el modelo de la cepa original de Wuhan, cuyo parecido con la variante actual es limitado. Posiblemente por eso las vacunas funcionaron, al parecer, en los ensayos clínicos de 2020, donde mostraban tasas de protección superiores al 90%, pero actualmente ya no lo hacen. En este sentido estos preparados no merecen ser llamados vacunas.El segundo es que es innegable que generan una cierta protección frente a la gravedad de la enfermedad y que reducen las tasas de mortalidad de los vacunados frente a los no vacunados, aunque no de un modo uniforme en todos los grupos de edad. Así, si miramos los datos oficiales que publica Sanidad, en el periodo del 1-XI-21 al 26-XII-21 la tasa de mortalidad global de los vacunados fue del 0.17% frente a la de los no vacunados, que fue del 0.26%. Como el número de pacientes comparados es de cientos de miles en cada grupo, la diferencia es estadísticamente muy significativa, aunque la de los porcentajes sea más bien pequeña. Pero lo importante es analizar estas diferencias por grupos de edad, porque nos puede llevar a hipótesis fisiopatológicas muy interesantes. A ello me dedicaré en un posterior comentario.
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Paaskinnen 02/02/22 18:15
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He recibido una nota anónima aclarando una errata.Donde dice "A mi nunca me gustaron estas vacunas...", debe decir "A mi siempre me gustaron estas vacunas...".Gracias.
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Paaskinnen 01/02/22 20:53
Ha comentado en el artículo Gestión del riesgo personal de COVID
A continuación trascribo una nota anónima que encontré en mi buzón la semana pasada. No sabía si era pertinente publicarla, pero tal y como están las cosas quizá arroje algo de luz en el galimatías vacunal en que estamos inmersos. Dice así:"A mi nunca me gustaron estas vacunas basadas en la tecnología del RNAm. Su mecanismo es muy ingenioso y encaja perfectamente con la filosofía de los tiempos modernos. Hágaselo usted mismo. Vale igual para montarse una estantería que para obtener una sopa al instante. Usted se lo guisa, usted se lo come. ¿ Que el resultado obtenido no era el que se pretendía? Lo sentimos. Las instrucciones han sido las correctas. Si su sistema inmune es proclive a fallar, eso no es cosa nuestra. Nosotros le proporcionamos la guía de cómo hacer proteína spike con nuestro RNAm. Después usted (o su sistema inmune, que es un usted dentro de usted) deberá elaborar un anticuerpo contra esa spike, en orden a neutralizar al virus que porte la verdadera proteína, no la del señuelo. ¿Que no lo logró?¿Que se infectó de todos modos? ¡Vaya, esto no es lo que teníamos previsto que sucediera, a tenor de nuestros exhaustivos ensayos en las fases seminales en las que probamos nuestra ingeniosa idea!. Pero no hay problema. Le recomendamos volver a intentarlo. ¿Hasta cuando? Hasta que haga falta, meses y meses. Tal vez años. Al final, la pandemia remitirá. ¿Y sabe a quién habrá de agradecérselo? ¿A su torpe e ineficaz sistema inmune? ¡Qué va!  A las vacunas basadas en la tecnología del RNAm. ¿No ve que al final nos han dado el Nobel por todo este descomunal experimento?. Por cierto, muchas gracias por su amable participación".Estoy indagando entre mi vecindario de dónde ha podido proceder este inmundo libelo anti-vacunas.
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Paaskinnen 28/01/22 13:05
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Comstar: Este artículo se refiere al primer SARS y a que, cultivado en células Vero E6, la adición "in vitro" de cloroquina suprime la replicación viral. Si no tengo mal el concepto, las células Vero E6 carecen de proteasa transmembrana, de manera que el clivaje de la proteína S en este coronavirus, que es necesario para hacer la fusión a la membrana de la célula infectada como paso previo a la introducción del RNA viral en su citoplasma, queda a expensas de la catepsina L de los endosomas intracelulares. Como esta ultima proteasa se activa a pH ácido, la alcalinización de esos compartimentos con cloroquina aborta el clivaje y, por consiguiente, la posterior fusión e infección de las células Vero E6 del cultivo. Esto no es extrapolable a la infección "in vivo", y mucho menos, al SARS CoV 2, que dispone de otras proteasas que funcionan a pH neutro. Quizá por esto el intento de utilizar la hidroxicloroquina (un derivado de la cloroquina) en el tratamiento de la primera ola de COVID, pese a las esperanzas puestas en ello y a algunos presuntos buenos resultados tempranos, se saldara finalmente con un fracaso.
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Paaskinnen 27/01/22 19:12
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Acaba de aprobarse el uso del antiviral Paxlovid (nirmatrelvir y ritonavir) de Pfizer, no exento de toxicidad, y presumo que caro, para tratar de modo temprano una infección por una variante del SarsCoV2, la llamada ómicron, que todo apunta a que es una forma muy debilitada del coronavirus de Wuhan.He echado de menos un análisis racional de esta variante que haga hincapié en un aspecto crítico que atañe a la enzima que propicia el clivaje de la proteína S del virus. Sin entrar en detalles, tras la fijación del virus a las células mediante dicha proteína, ésta tiene que escindirse para exponer el péptido de fusión que posibilita que el RNA viral sea inyectado al interior celular.Dicha escisión (o clivaje) puede hacerse fuera de la membrana celular (furina), en la misma membrana (serin-proteasa) o en invaginaciones que generan vesículas, llamadas endosomas (catepsina).Varios estudios parecen indicar que ómicron no dispone de un sitio de furina óptimo. De ahí su baja fusogenicidad (tendencia a crear sincitios o fusión entre las células en que se le cultiva) y su aparente menor patogenicidad.Tampoco parece emplear la serin-proteasa, que se expresa más en vías respiratorias bajas, lo que ayuda a entender que produzca menos neumonías que variantes previas.En cambio, usa predominantemente la catepsina de los endosomas para realizar el clivaje comentado antes. Estas proteasas (particularmente la catepsina L) es dependiente del pH, activándose solo en un ambiente ácido.La hidroxicloroquina (cuyo uso terapéutico se valoró y se descartó muy al inicio de la pandemia) eleva el pH de los endosomas. Alcalinizar estas vesículas bloquearía el clivaje, la fusión y la entrada celular de ómicron.El empleo de hidroxicloroquina no se ha tenido en cuenta en esta ola de ómicron, pero a la luz de las consideraciones que acabo de plantear, podría ser una alternativa barata y razonablemente segura para tratar la infección en sus fases más iniciales. 
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Paaskinnen 27/01/22 18:16
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La conocida como Gripe Española empezó hacia la primavera de 1918. Como bien dices, fue una pandemia incomparablemente más mortífera que la actual. Para 1919 fue dando signos de atenuación. Hacia la primavera de 1920 se dio por concluida. Por lo demás estoy de acuerdo en que, con toda su gravedad y la altísima mortandad que causó, el haber aparecido en una época en que no se interfirió demasiado con su evolución natural quizá favoreciera su extinción prácticamente total en un tiempo no demasiado dilatado.
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Paaskinnen 27/01/22 17:57
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 "Muchas infecciones causan miocarditis, lo más normal infecciones bacterianas". Creo que esa afirmación es más apropiada si hablamos de endocarditis. Las miocarditis infecciosas son más frecuentemente víricas. Lo de la miocarditis asociada a estas vacunas, que en gente joven sí parecen darse, es un tema cuyo alcance e importancia tal vez se aclare algún día. "Es una inflamación de la membrana del miocardio". El miocardio no es una membrana, sino la parte muscular del corazón cuyas contracciones rítmicas son la base de su función como bomba que mantiene la circulación de la sangre. En el corazón la única membrana que hay es el pericardio que envuelve al corazón en su conjunto (y que también puede inflamarse).
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