En un mundo idílico en los que cada unos de nosotros fuésemos gestores importantísimos de algún fondo de inversiones y tuviésemos a nuestro cargo un ejército de analistas muy preparados para detectar posibles inversiones para nosotros, tendríamos que estudiar varios métodos, fórmulas, balances, flujos, etc, para obtener la máxima información posible y así poder optimizar el retorno de nuestra gestión. Pero claro, no somos gestores profesionales, no tenemos 50 horas semanales para analizar cue...