El primer Artur Mas era un merkeliano de oro dispuesto a superar a Mariano Rajoy en el uso de las tijeras. Cambió de opinión el día que tuvo que entrar en helicóptero en el Parlament para sortear a los manifestantes del 15-M, que asediaban el viejo arsenal militar de la Ciutadella. Los sondeos empezaban a señalar una CiU a la baja. Se decidió entonces un cambio de estrategia: el soberanismo tenía que alcanzar la máxima intensidad para absorber las tensiones sociales.
“Cuando Catalunya se divide dramáticamente entre derechas e izquierdas, las cosas van mal”
Se impulsó a fondo la Assemblea Nacional Catalana (ANC). La gran manifestación el Onze de Setembre del 2012 resumió todos los malestares y los sintetizó en el “Volem decidir”. Y después empezó todo. Hasta hoy.
La sociedad de valores GVC Gaesco Beka, el bróker que
representaba a la Bolsa de Barcelona en Madrid, con más de 45.000 millones de euros gestionados
en sus 40 años de historia, anunció hace unos días que el pasado septiembre trasladó su sede social a Madrid. ¿Por qué? Para garantizar los intereses de sus clientes.
En su consejo de administración se sienta Joan Maria Vallvé, vicepresidente segundo de Òmnium Cultural (el lema del Òmnium: “Lengua, cultura, país”). La firma está vinculada, además, a la familia de Joan Hortala, consejero con Jordi Pujol y secretario de ERC entre 1987 y 1989, y a Maria Àngels Vallvé, presidenta de Gaesco. El padre de los Vallvé Ribera fue uno de los fundadores de Òmnium Cultural en los años sesenta. Joan Maria Vallvé dimitió, finalmente, el pasado lunes. Cuando le cogieron con las manos en la masa.