Impresionante la aberración que se hace de la cesión del poder.
El poder ya esta otorgado y a buen recaudo. Mientras el voto tenga solo la capacidad, (ya mermada en si), de distribuir el poder, estaremos en manos de la voluntad del político. El político, por el solo hecho de formar parte, de forma impropia e injustificada, del sistema, ya participa del poder, tan solo le queda esperar cual es su cuota cuatrienal mediante las elecciones.
La formula de 8: un hombre un voto. Para mi, es una formula que se queda muy corta, pues afecta a la parte distributiva. El voto tiene que estar dotado de poder, de tal forma que si el gobierno no alcanzara una determinada cuota poder implicaría no poder actuar en leyes de afección general. De esta forma se validaría solo la legitimidad alcanzada. Es decir el voto dotado de capacidad distributiva y otorgamiento de poder.
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