
Elegir activos bursátiles es un primer paso esencial. Ahora bien, gestionar el riesgo que representan dentro de una cartera diversificada es una tarea aún más crítica.
En este artículo vas a encontrar los principales métodos para medir el riesgo de una cartera de acciones, los indicadores clave que tenés que mirar, cómo interpretar la volatilidad, la relevancia de la correlación entre activos y qué herramientas tenés disponibles como inversor argentino.
Comprensión del riesgo en una cartera de inversión
En finanzas, el riesgo se entiende como la variabilidad de los retornos esperados. Cuanto más impredecible sea el rendimiento de un activo, mayor va a ser su nivel de riesgo. En Argentina, con inflación alta, cepo cambiario y volatilidad económica, medir y gestionar ese riesgo se vuelve indispensable.
Ejemplo
El índice MERVAL se desploma un 6,4% en una sola jornada, luego de declaraciones sobre el tipo de cambio. Queda claro que el riesgo no es un concepto abstracto: es la posibilidad real de perder plata.
Antes de meterte con las métricas específicas, tenés que tener en claro cuál es tu objetivo: ¿querés minimizar pérdidas? ¿Bajar la volatilidad general de tu cartera? ¿Evitar que una acción arrastre todo el portafolio?
Indicadores principales para evaluar el riesgo

Hay tres métricas que se usan siempre para medir el riesgo en las carteras:
Volatilidad
Es la desviación estándar de los retornos históricos. Te muestra cuánto pueden variar los rendimientos. Si tu cartera tiene una volatilidad del 15%, significa que sus rendimientos podrían moverse un 15% más o menos del promedio.
Beta
Este indicador mide la sensibilidad de un activo o cartera respecto del mercado de referencia. Si tu beta es 1,2, quiere decir que si el mercado sube un 10%, tu cartera probablemente suba un 12%. Pero lo mismo aplica a las caídas.
Valor en Riesgo (VaR)
El Value at Risk estima cuál sería la pérdida máxima esperada en un período determinado, con un cierto nivel de confianza. Por ejemplo: "con un 95% de probabilidad, no perderías más de $200.000 en 30 días".
Estas herramientas se complementan entre sí y deben usarse en función de tu perfil y horizonte de inversión. Ningún indicador sirve por sí solo.
Diversificación y correlación
La correlación entre activos muestra cómo se relacionan sus movimientos. Si dos acciones tienen una alta correlación positiva, tienden a subir y bajar juntas. En cambio, una correlación negativa significa que tienden a moverse en direcciones opuestas.
Una cartera bien diversificada incluye activos con baja correlación entre sí, lo que ayuda a amortiguar las pérdidas cuando uno de los sectores o activos cae.
Ejemplo: Combinar acciones de sectores diferentes como energía y consumo básico puede aportar equilibrio, ya que suelen reaccionar de manera distinta ante los mismos eventos económicos.
Herramientas útiles para inversores argentinos
Como inversor en Argentina, podés acceder a diversas herramientas para analizar el riesgo:
- Hojas de cálculo (Excel o Google Sheets): útiles para calcular desviaciones estándar, correlaciones y betas de forma manual.
- Brokers locales como InvertirOnline o Balanz: suelen ofrecer métricas de riesgo integradas en sus plataformas.
- Simuladores de cartera como Portfolio Visualizer: permiten evaluar la evolución de una cartera bajo diferentes escenarios (aunque algunos requieren datos de mercados externos).
Revisar tu portafolio de manera periódica y ajustar tu exposición al riesgo según tu perfil y horizonte de inversión es parte fundamental de una buena gestión financiera.
Si te interesa seguir aprendiendo sobre inversión en acciones, podés leer nuestra nota: "¿Qué es una cartera de ivnersión, cómo crearla y diversificarla?"