Os ofrecemos a continuación el informe semanal de mercado de Marc Craquelin, CEO de La Financière de l'Echiquier. La semana pasada estuvo marcada por una nueva oleada de aversión al riesgo, con una fuerte caída de los mercados bursátiles y una fuerte caída del dólar, que pierde un 3% en términos efectivos. En el origen de estos movimientos, encontramos algunas decepciones en los indicadores macroeconómicos de Estados Unidos: la debilidad de los índices ISM de febrero (y en particular del ISM no manufacturero empieza a seguir el camino bajista del ISM manufacturero) así como del aumento de la productividad y los datos negativos sobre la cifra de empleo de enero. Estos indicadores han contribuido a alimentar a las preocupaciones sobre el ciclo en Estados Unidos. En este contexto, es dificil que la Fed continúe su ajuste monetario. Los discursos acomodaticios de ciertos miembros influyentes del banco central americano la semana pasada, sobre todo Dudley y Fisher, muestran que el próximo aumento no tendrá lugar antes de junio, como muy pronto. Es probable que Yellen confirme este diagnóstico esta semana ante el Congreso. Los mercados no han esperado para revisar sus expectativas a la baja. La próxima subida previsto por los contratos de forwards es para… agosto de 2017! Nuestro punto de vista es que los temores sobre una recesión en EE.UU. son exagerados. El ajuste de las acciones continuará en la primera mitad, lo que se traducirá en un crecimiento casi nulo del PIB. No obstante, los factores tradicionales de la recesión están ausentes: no hay endeudamiento excesivo ni por parte de los hogares ni de las empresas, (con la excepción de ciertos segmentos, incluyendo el petróleo de pizarra, pero que no presentan riesgo sistémico), no hay riesgo de inflación, no hay riesgo de deflación (la caída del yuan frente al dólar debe hacerse de una manera ordenada, mientras que el yuan está estable frente a su cesta de referencia), y tampoco existe riesgo bancario. El crecimiento del PIB en Estados Unidos debería situarse alrededor del 1,8-2,0% en 2016. Lejos de los niveles de recesión, pero no lo suficiente para disipar los temores recurrentes sobre solidez del ciclo.