Madrid no tiene problemas de capacidad.
En caso de apuro se puede asfaltar toda la zona inutilizada (Rosales, Retiro, Casa de Campo, Parque de la Fuente del Berro, ...) o adoquinarla con elegante piedra decimonónica y edificar después algo mono, por ejemplo algunas torres de estilo calatrava gigantesco (caber, caben) con lo cual se crearían tropecientos puestos de trabajo para albañiles, electricistas, pintores, fontaneros, ferrallistas, soldadores, bla bla bla, además de los inevitables becarios.
En caso de la improbable escasez de agua siempre se puede planificar una ampliación del manzanares y poner unas bombas de extracción en su nacimiento, eso ya se verá.
De momento, lo importante es salir en la tele y contar cuántos camareros vuelven a tener empleo en esas famosas terrazas que corren peligro de arruinarse.