Este señor es un patán con labia. Un vendedor de crecepelo. No me explico que nadie con dos dedos de frente (sin ánimo de ofender a nadie) pueda invertir en las bazofias que gestiona. Bastan un par de clicks para darse cuenta de que es mucho mejor opción dejar el dinero en el banco, debajo del colchón o al lado de una hoguera que dejárselo al mago canario.
Y tendrá la desfachatez de seguir publicando sesudos artículos, sin ningún tipo de rubor, como si nada pasase. Para mear y no echar gota.