Dirk Friczewsky– Analista en ActivTrades
El valor del gigante farmacéutico estadounidense Eli Lilly es conocido en la bolsa desde hace tiempo por sus medicamentos para adelgazar. Ya sea en forma de inyección o pastilla, el negocio de los productos para la pérdida de peso está en pleno auge. Sin embargo, la competencia, como es sabido, no duerme. Ahora, Eli Lilly ha decepcionado en varias ocasiones y sus acciones cayeron en un solo día más de 100 dólares, como si se tratara de un ascensor en caída libre.
Esta corrección más pronunciada no solo fue provocada por la publicación, el 7 de agosto de 2025, de los resultados del segundo trimestre de 2025, sino también por el anuncio de una menor eficacia de Orforglipron (un medicamento que reduce el azúcar en sangre y el peso corporal, administrado a pacientes con diabetes tipo 2, así como a personas con sobrepeso severo u obesidad). Las decepciones en cuanto a la eficacia de los productos adelgazantes del competidor Novo Nordisk también llevaron a que sus acciones sufrieran un fuerte golpe en el momento del anuncio. Desde entonces, las acciones de Novo Nordisk se recuperaron temporalmente, pero la tendencia volvió a ser bajista.
¿Es esto un modelo a seguir para las acciones de Eli Lilly? Pues bien, depende de cada caso, y en Eli Lilly la historia podría ser diferente.
Eli Lilly publicó, en realidad, unos resultados trimestrales más que sólidos. Los ingresos en el segundo trimestre de 2025 fueron de 15.558 millones de dólares, un 38 % más que en el mismo trimestre del año anterior (11.303 millones de dólares en el segundo trimestre de 2024). También en cuanto al beneficio neto, no hubo señales de “pérdida de peso”, sino más bien un marcado aumento: en base GAAP, el beneficio pasó de 2.967 millones de dólares a 5.661 millones, lo que supone un alza del 91 % (prácticamente una duplicación).
En base non-GAAP, el beneficio subió de 3.541 millones a 5.679 millones de dólares, un incremento del 60 %. El beneficio por acción (EPS) en base GAAP creció de 3,28 dólares a 6,29 dólares (+92 %), y en base non-GAAP pasó de 3,92 dólares a 6,31 dólares (+61 %). Son, por tanto, cifras impresionantes que no deberían desplomarse de la noche a la mañana, aunque la competencia siga activa. Además, Eli Lilly cuenta con una estructura accionarial muy estable: algo menos de la mitad de los títulos en circulación están en manos de accionistas minoristas.
Los insiders compran en la caída – ¿Quién no aprecia un descuento?
Cuando las acciones caen de forma exagerada y los directivos consideran que el valor y el rumbo de la empresa siguen siendo positivos, un “descuento” en el mercado bursátil suele aprovecharse para comprar o acumular posiciones. Esto es precisamente lo que volvió a ocurrir con la brusca caída del precio de Eli Lilly. Algo similar había sucedido recientemente con la cotización de UnitedHealth tras una corrección.
Tras la caída, insiders de Eli Lilly compraron acciones por valor de unos 2,9 millones de dólares (aunque es menos en comparación con el caso de UnitedHealth, sigue siendo relevante). Incluso el CEO de Eli Lilly, David Ricks, invirtió más de 1 millón de dólares en acciones propias. Especialmente llamativa fue la compra del director científico (Chief Scientific Officer), Daniel Skovronsky, que destinó 634.400 dólares a adquirir títulos de la compañía. Todo indica que la cúpula directiva sigue confiando en el potencial de la empresa. Habrá que ver si el mercado lo reconoce en los próximos meses.
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