Bueno, mucho ánimo. Paramés y su gente también han caído en esta "value trap", por no mencionar otra como Portugal Telecom. Al final lo que queda es el resultado global y, sobre todo, seguir una metodología sana durante el tiempo suficiente, que es bastante.
Comentando con un colega del sector, detectamos cierta "burbuja epistemológica" en el área del value investing, en el sentido de que, de repente, ha eclosionado el número de información, blogs, seguidores y referencias de inversores que siguen esta filosofía de inversión.
Yo creo que eso en sí es bueno, porque bien aplicado en sus plazos necesarios, no deja de ser una metodología defensiva y racional, aumentando sustancialmente las posibilidades de obtener rentabilidad consistente a largo plazo por encima de la inflación. Hay quien afirma, aunque yo no llego a tanto, que la única manera de invertir en el mercado de manera exitosa es haciendo value investing en alguna de sus versiones.
El problema llega (y nos ha pasado a todos) cuando pensamos que estamos haciendo value investing al mirar por el retrovisor los últimos 10 años del Morningstar, ver que el ROIC es mayor que el WACC estimado y proyectar eso hacia los siguientes 10 años. Y no es un mal inicio, porque el pasado te dice muchas cosas, pero ultimamente tengo la percepción de que muchas personas piensan que el value investing es más sencillo de lo que realmente es, y requiere menos esfuerzo, medios económicos, tecnológicos y temporales de lo que realmente requiere para realizarse como se debe hacer.
Y parte de esa tendencia obedece, en mi opinión, a una divulgación a veces simplificadora de la realidad que han hecho, con la mejor de sus intenciones, inversores de éxito, biógrafos, hagiógrafos y exégetas varios de los primeros.
En resumen, value investing sí, de hecho casi siempre, sí, pero teniendo claro lo que realmente significa y quiere decir para nosotros esa filosofía de inversión.