Muchos me conoceréis de Rankia por los años que llevo por aquí. Pero un breve resumen de quien soy. Tras años de estudio, lectura y con unos ahorros en 2015 empecé a invertir de forma activa y fui viendo cómo funcionan los Mercados siendo una parte activa del proceso.
¿Por que este blog? Crudo.
Gap tras gap... Golpe tras golpe...
Incertidumbre pero en máximos históricos.
Real. Sin los matices habituales de los vendehumos profesionales.
¿Cómo saber cuando la exuberancia irracional ha escalado excesivamente los activos productivos, que entonces se convierten en el sujeto de contracciones inesperadas y prolongadas como ha pasado en Japón en la última década?
Este mes ha sido de lo más caótico y contrario a las puts que había comprado. Ni movimientos fuertes, ni correcciones, ni una indicación clara de ponerse definitivamente largo o corto.
Ayer enseñaron un poco la patita. Bastó que Pfizer dijera que no cumplirá la entrega de la vacuna para diciembre para que la puerta de salida fuera muy estrecha.
Este blog no deja de ser un ejercicio teórico para ver como una cartera indexada a un SPY puede rascar algo más que la rentabilidad anual de su dividendo y revalorización.
Y ojo, lo más importante. Estando menos tiempo expuesto al mercado.
Sin tener claro el sentido de la marea...