Los plazos fijos son productos cuya simplicidad y características básicas siempre encuentran una gran cabida entre el cliente bancario. No es necesario ser un gran conocedor de índices bursátiles o un experto analista de gráficos para contratarlos y ello permite que, junto con las cuentas corrientes y de ahorro, sea uno de los productos preferidos por los usuarios.
Los plazos fijos consisten básicamente en una imposición de dinero a una tasa prefijada durante un periodo de tiempo establecido. Estas dos características son las principales del plazo fijo y, gracias a que podemos conocerlas y negociarlas previamente, permite prever perfectamente lo flujos de caja futuros. Para explicar el plazo fijo desde otro punto de vista, podríamos considerar que es un préstamos a la entidad financiera: entregamos un monto de dinero al banco por un plazo de tiempo (generalemente no superior al año) y a cambio el banco nos devolverá el capital más unos intereses generados por la tasa de interés aplicada a la operación.
Debido a la seguridad y sencillez de sus propiedades es un productos especialmente recomendado para aquellas personas con un perfil de riesgo reducido.
Ventajas de los plazos fijos
A continuación mostramos las principales ventajas de los plazos fijos:
- Estabilidad y seguridad: como hemos señalado anteriormente, los plazos fijos son productos que permiten conocer los resultados que se obtendrán en el futuro y ello les dota de una gran confianza.
- Flexibilidad: el abanico de tasas y plazos es muy diverso y dentro del plazo de un año tenemos posibilidad de contrar los plazos fijos por plazos de 60. 90, 120, 180 días... Cada uno de estos plazos tendrá un tasa de interés que generalmente irá en aumento cuanto mayor sea el plazo. En este sentido, Argentina se desmarca de otros países donde la diversidad de plazos es inferior.
- Cobertura frente a la inflación: Argentina sufre de graves problemas de inflación. Acualmente esta tasa alcanza el 25,6% y no parece que la tendencia sea a la baja. A pesar de ello, los plazos fijos permiten cierta cobertura frente a esta elevada inflación ya que no son pocas las ofertas de bancos que superan la tasa del 20%.
- Cancelación anticipada: uno de los principales problemas de los plazos fijos es que retienen nuestro dinero durante el plazo de vigencia del mismo. Por ello, muchas entidades ofrecen la posibilidad de recuperar el dinero con antelación aunque también debemos mencionar que estas cancelaciones suelen ser penalizadas por las entidades de crédito mediante reducciones en los intereses a cobrar.
- Transparencia: el cliente sabrá en todo momento los montos que recibirá cada periodo (dependiendo de la frecuencia de liquidación: mensual, trimestral, a vencimiento...) así como la tasas de interés que se le aplicará.
A pesar de estas ventajas, deberemos tener en cuenta que el dinero que depositemos en los plazos fijos se mantendrá retenido en la entidad hasta el vencimiento. Por ello, tenemos que considerar las necesidades de capital que surjan en un futuro a la hora de contratar el plazo fijo y contemplar otras alternativas como puedan ser las cuentas de ahorro o remuneradas, que permiten una mayor flexibilidad a la hora de disponer de nuestro dinero a cambio de sacrificar parte de la rentabilidad.