Los Exchange Traded Funds (ETF) o fondos de inversión cotizados son uno de los productos de inversión más importantes y valiosos de estas últimas décadas. Con menos de 30 años de existencia, los ETFs ofrecen muchas ventajas, y si se utilizan con prudencia, pueden ser un buen vehículo para lograr tus objetivos de inversión.
¿Qué es un ETF?
Los Exchange Traded Funds (ETF) son un vehículo de inversión híbrido entre fondos de inversión y acciones que tratan de replicar un índice de referencia, pero que se pueden comprar y vender en bolsa como una acción normal y corriente, cosa que no sucede en los fondos de inversión, ya que se suscriben y liquidan a valor liquidativo tras el cierre de cada sesión. También, al igual que las acciones, tienen un símbolo de cotización (ticker).
Por otro lado, similar a los fondos de inversión invierten en una cesta de activos (acciones, bonos, divisas, etc.), con lo cual, favorece la diversificación del riesgo. También, pueden ser tanto de gestión activa como de gestión pasiva, en este artículo nos centraremos a hablar de los ETFs de gestión pasiva.
Cabe señalar que hay ETFs de réplica física y otros de réplica sintética. En los primeros, el gestor compra los valores subyacentes del índice que vaya a replicar, mientras que en la sintética, el gestor compra un contrato de swap con un banco de inversión que le pagará la rentabilidad del índice. Muchos inversores prefieren los de réplica física, ya que el inversor tiene la propiedad real del subyacente, mientras que en los de réplica sintetica no es así.
Los ETF pueden replicar gran cantidad de productos diferentes. Podemos encontrar los más clásicos que replican el S&P500, por ejemplo el SPDR S&P500 ETF (SPY), que es el primer ETF lanzado al mercado por State Street Global Advisors, como otros que replican índices más temáticos: Lithium & Battery Tech ETF (LIT), Cannabis ETF (POTX), Uranium ETF (URA), etc. En este sentido, Global X ETFs es la gestora prionera en ETFs temáticos, en su web podéis encontrar una amplio listado de productos.
Ventajas de los ETFs
Los ETFs pueden ser muy útiles para los inversores, dado que combinan los puntos fuertes de los fondos y de las acciones, todo ello, a bajo coste.
- Diversificación
Al invertir en cestas de acciones, normalmente de índices bursátiles, los ETF están diversificados y soportan un riesgo menor que las acciones de forma individual. Con un ETF sobre un mercado tendremos en cartera muchas acciones diferentes comprando un solo producto.
- Transparencia, flexibilidad y simplicidad en la negociación
Al ser un híbrido, se beneficia de la flexibilidad y la facilidad de negociación de las acciones, pudiendo realizar las operaciones de compra-venta a tiempo real. Esto supone una ventaja respecto a los fondos índice, donde la operativa es más lenta. Por tanto, podemos conocer el valor de nuestra inversión en todo momento, cosa que no sucede con los fondos de inversión, donde tenemos que esperar al cierre de los mercados para conocer el valor de nuestras posiciones.
- Eficiencia en costes
Los ETFs se caracterizan por tener unas comisiones reducidas en comparación con los fondos de inversión, ya que su gestión es mucho más fácil, y no necesitan un equipo de analistas para la toma de decisiones. Por ello, su rendimiento final es muy similar a los índices o sectores que replican. Otro punto a favor es que los mínimos para poder acceder a este tipo de productos son muy reducidos, lo que le convierten en un producto muy accesible para los inversores con menor patrimonio.
- Rendimiento muy similar a los índices a largo plazo
Al replicar a un índice, buscan tener un rendimiento muy similar, exactamente inferior a las comisiones cobradas. Por tanto, al comprar un ETF es casi garantizado que nuestro rendimiento a largo plazo sea muy similar al del mercado.
- Posibilidad de apalancamiento o inversiones cortas
Los ETFs dan al inversor la posibilidad de apalancarse respecto al índice e incluso invertir a la baja en el mismo, cosa que es complicado de hacer en los fondos de inversión. Por ello, da alternativas nuevas de especulación, más relacionado con la inversión en acciones que en fondos de inversión. Sin embargo, por esta misma razón, se produce producir algún pánico en el mercado si un ETF tiene muchas órdenes en corto, ya que puede que no tenga suficiente efectivo para satisfacer esas órdenes. Es un problema hipotético, pero posible, habría que buscar un ETF con mucha líquidez para mitigar este riesgo.
Inconvenientes de los ETFs
- Fiscalidad menos favorable que los fondos de inversión
Los ETF tributan como las acciones, por lo que no tiene la ventaja fiscal de los fondos de inversión, que permite realizar traspasos entre diferentes fondos sin tener que tributar por las plusvalías.
- Gastos de transacción
Aquí tener en cuenta también los costes que cobran las plataformas de brókers a la hora de hacer transacciones.
- Producto más complejo
Los ETFs son productos complicados y necesita que el inversor se informe bien sobre su funcionamiento antes de empezar a invertir en ello. Por ejemplo, es necesario saber que los ETFs no se liquidan al día siguiente como pueden ser los fondos, si no que dentro de dos días. Eso quiere decir que si liquidas un ETF para invertir el capital en un fondo al día siguiente, no lo podrías hacer.
Por otro lado, los ETFs tiene dos precios, una de oferta y otra de demanda. Si el diferencial es grande, se puede decir que el ETF o el mercado en el que está cotizando es poco líquido, por lo que será más dificil para el inversor vender a un precio objetivo. Por lo tanto, es importante formarse bien antes de invertir.
Tipologías de ETFs
A continuación encontrarás una lista con los principales tipos de ETFs que encontrarás en el mercado según los activos que replican:
- ETFs de acciones: iShres Core MSCI World UCITS ETF (SWDA), iShares NASDAQ 100 UCITS ETF (CSNDX)...
- ETFs de bonos: EUR Corporate Bond UCITS ETF (VECP), Emerging Markets Bond ETF (EMBD)...
- ETFs sectoriales: Video Games & Sports ETF (HERO), Artificial Intelligence & Technology ETF (AIQ), SPDR MSCI World Health Care UCITS ETF (WHEA LN)...
- ETFs de materias primas: Invesco DB Commodity Tracking (DBC), First Trust Global Tactical Commodity Strat ETF (FTGC)...
- ETFs de divisas: Invesco DB US Dollar Index Bullish Fund (UUP), Invesco CurrencyShares® Euro Currency Trust (FXE), Invesco CurrencyShares Japanese Yen Trust (FXY)...
- ETFs inversos:ProShares UltraPro Short QQQ (SQQQ), ProShares Short S&P 500 (SH)...
- ETFs apalancados: Direxion Daily Semiconductor Bull 3x Shares (SOXL), Direxion Daily Financial Bull 3X Shares (FAS)...
A medida que los ETF han ido cogiendo popularidad, han surgido variedad de ETFs que usan todo tipo de estrategias para captar a más inversores. Dos de los más interesantes son los fondos inversos, que se benefician cuando un índice en particular tiene un mal desempeño, y los fondos apalancados, que pueden duplicar o triplicar los rendimientos de un índice en particular mediante el uso de apalancamiento, como su nombre lo indica. Ahora bien, esos dos productos no son recomendables para un inversor a largo plazo.
Cómo invertir en ETFs
Los ETFs se negocian principalmente a través de plataformas de brókers y entidades bancarias. Aquí cobra especial importancia la búsqueda de un intermediario con bajas comisiones, ya que como hemos visto antes, uno de los inconvenientes es que en ocasiones las comisiones de compra-venta pueden ser altas, por eso es importante analizar cuál es el bróker más barato para comprar ETFs. Aquí ofrecemos una lista de algunos que comercializan ETFs:
Los ETFs son una buena alternativa para los inverores que no crean que es posible batir al mercado, siendo la mejor alternativa indexarse. A largo plazo nos aseguramos un rendimiento similar a los índices, pero siempre inferior al mismo. Debemos valorar bien nuestra visión de los mercados, ya que nuestra opinión sobre si es posible batir a los mercados, o no, será lo que determinará si invertimos en ETFs o en fondos de inversión.