El desplome de los precios del petróleo ha obligado a los países a tomar algunas medidas con el fin de hacer frente a este descalabro financiero que ha generado esta abrupta caída.
En Argentina específicamente, con una economía muy golpeada y la negativa de los bonistas de refinanciar la deuda más el efecto producido por la pandemia del coronavirus, generan un cóctel muy peligroso para la estabilidad no solo económica, sino también social y política del país. Es por ello que el gobierno de Fernández tomó una medida desesperada y es aumentar por vía decreto el precio del barril de petróleo interno.
Decreto para aumentar el precio del barril criollo
El barril criollo, es un indicador que ha sido utilizado en otras ocasiones para mantener separado a Argentina de los precios internacionales del crudo, este indicador permitía estabilizar las leyes de oferta y demanda del crudo.
Es por ello que en este momento el gobierno por la vía de un decreto presidencial generará un aumento en dicho barril de petróleo, esto le pondría de manera inmediata un piso a la caída de los precios y aunque el aparato productivo argentino se encuentra en un receso debido a la pandemia, el uso de la energía fósil no se detiene por lo que se necesita una medida que permita evitar el quiebre o cierre definitivo de la empresa petrolera Argentina.
El gobierno del presidente Fernández está consciente que los precios han caído a los niveles más bajos en las dos últimas décadas y que si pretendían realizar grandes inversiones en el sector energético específicamente en el ámbito petrolero, esto no va a ser posible ya que el poco dinero que está ingresando producto del crudo apenas cubre los costos de refinación.
El decreto probablemente se emita para el día viernes 1ero de Mayo o sábado 2 y en la actualidad se están haciendo los ajustes necesarios para lograr que dicha orden presidencial no termine de perjudicar la ya destartalada y maltrecha economía argentina.
Por otro lado, la industria petrolera Argentina, tiene fe en el proyecto Vaca Muerta con el cual se pensaba obtener grandes recursos para solventar los problemas de liquidez que tiene actualmente el país.
Proyecto de explotación en el sector Vaca Muerta
El sector Vaca Muerta es un área de Argentina donde se encuentra la segunda reserva de gas no convencional, allí se está desarrollando un proyecto de explotación que utiliza aproximadamente 25 mil trabajadores y que a partir del aislamiento social han sido enviados a sus casas por lo que no se ha podido continuar con el proyecto de infraestructura gasífera, ni se ha podido cubrir el 100% de los salarios de los empleados.
Si el precio del petróleo sigue bajando de una manera tan vertiginosa, indudablemente que los pasivos que se están generando en el proyecto Vaca Muerta, no podrán ser cubiertos por lo que esto puede causar graves e irreparables daños a la economía argentina.
En tal sentido, aunque en la actualidad se estaban produciendo 790 mil barriles diarios de petróleos desde ese sector, la limitación en las exportaciones ha obligado a almacenar el crudo generándose una sobreoferta del producto lo que indudablemente desploma aún más los precios del barril criollo.
Con la emisión del decreto, se planea colocar una banda donde fluctuará un precio máximo y uno mínimo del barril de petróleo permitiendo mantener a flote a la empresa petrolera, no asfixiar a las refinerías y generar confianza en posibles inversores del sector energético.
La intención es esperar que de alguna manera el mercado permita establecer una política de precios de los hidrocarburos que pueda considerarse razonable así como estable. Entre tanto, Argentina está consciente que su historia petrolera no le permite tolerar ni precios muy altos ni muy bajos por lo que tiene que mantener un punto de equilibrio en su propia producción de petróleo y gas.
¿El decreto es la mejor solución?
Según analistas petroleros argentinos dicen que la emisión de un decreto, es colocar una camisa de fuerza a la fluctuación normal de los precios que impone el mercado y aunque el presidente Fernández está consciente que de seguir el desplome no se podrán cubrir siquiera los costos de producción, este no es el mejor camino ya que vendría a ser tan solo una solución parcial que solo beneficiara a corto plazo al gobierno.
El gobierno debe tomar en consideración que el establecer un precio muy por arriba del mercado internacional no estimula en ningún modo la producción ni genera confianza en los tenedores de bonos argentinos quienes ven esto como una medida desesperada lo que vendría a agravar la situación económica del país.
Por otra parte, Argentina no podrá bajo ningún concepto seguir cobrando las mismas regalías si pone un control a los precios ya que esto obligará a las provincias petroleras a disminuir drásticamente los niveles de producción.
Otro elemento a considerar, es que establecer una política de precios del barril criollo no evitará de ninguna forma el problema de almacenamiento petrolero que existe en el país ya que aquellos quienes estaban aprovechando la coyuntura económica para reservar o almacenar petróleo, esperaran por el desgaste de la medida evitando realizar cualquier compra de crudo y todo ese excedente ¿Dónde se almacenará?
Aún no se tiene establecido durante cuánto tiempo tenga vigencia esta medida pero todo parece indicar que no será en un plazo muy largo ya que se tiene fe que la actividad económica post coronavirus ira levantándose, dicho de otra manera, la adormecida economía comenzará su despegue por lo que los niveles de venta de Nafta y gasoil volverán a precios rentables para los productores. Por otra parte, la reactivación del turismo interno así como el mayor uso del transporte público, producirá una mejora en el sector petrolero.
Por último, según expresaron expertos petroleros, las autoridades gubernamentales argentinas y la industria petrolera deben trabajar para lograr la optimización de la producción petrolera así como la defensa de los precios por lo que bajo ningún concepto se puede trabajar de manera individual y solo de forma mancomunada se podrá salir de esta fuerte caída de los precios del petróleo y de esta abrupta recesión económica.